Razón y fe en el mundo árabe: Averroes
En el mundo árabe, el islamismo no ejerció una represión tan fuerte sobre la filosofía como en el cristiano o el judío. Esta diferencia viene dada por la rapidez con la que la filosofía griega “colonizó” el mundo árabe, especialmente Aristóteles, gracias a las traducciones fomentadas por los abasíes, racionalizando el Islam. Además la revelación coránica formaba parte de la discusión filosófica tradicional, y por tanto pertenecía al ámbito de la razón.
Sin embargo al ir conociendo las diferentes teorías filosóficas griegas, surgió el inevitable enfrentamiento entre filosofía y teología., aun así la posición dominante fue la armonía entre filosofía y religión, como fue defendida por sus principales representantes, Al-Kindi, Al-Farabi o Avicena.
El gran enemigo de los filósofos fue el místico Algazel (1058-1111), intento combatirlos con sus propias armas, escribiendo varios tratados para desmontar y desacreditar el sistema de trabajo de los filósofos, diciendo “todo podría ser de otro modo”.
El gran defensor de la filosofía y mayor representante de la misma en la cultura islámica medieval fue, el cordobés, Averroes (1126-1198) cuya posición en la relación entre filosofía y religión va a ocupar un lugar central en todo el pensamiento medieval. Como comentarista de Aristóteles se reconoce su gran calidad, dichos comentarios hechos respetando los textos originales, sin ningún tipo de contaminación teológica o neoplatónica le sirven para debatir a Algazel, al distinguir entre las demostraciones “apodícticas”, que aportan una certeza absoluta, frente a las “dialécticas” que solo pueden ofrecer una mayor o menor probabilidad.
Los errores filosóficos no invalidan a la filosofía como método para conocer la verdad, cuya conquista se debe al trabajo de mucho hombres a lo largo de la historia. Averroes no solo defenderá la autonomía de la filosofía como la verdadera ciencia del hombre, sino su primacía junto al saber científico sobre cualquier otro saber. La filosofía no puede estar bajo la influencia de la teología. Pero Averroes fue un creyente, y creía firmemente en el Corán, como el Libro de Dios. Defendía que solo hay una verdad, pero dos formas de encontrarla, la filosofía y la religión. Por lo tanto no hay que temer la filosofía, ya que esta nunca podrá negar la revelación divina, pues solo hay una verdad y esta no puede contradecirse a si misma.
La verdad filosófica esta al alcance de unos pocos, los sabios, mientras que la verdad revelada a través de alegorías y parábolas permite llegar a todos los hombres y resulta suficiente para la consecución de la felicidad. La posible contradicción entre la palabra divina y la filosófica debe de ser algo solamente aparente y superficial. Precisamente los sabios son los que han de poder interpretar el lenguaje alegórico y desvelar el significado oculto en las palabras divinas. Por lo tanto la filosofía no es un problema para la fe, de la misma forma que la fe no debe ser un problema para la verdadera filosofía, pues esta es la única interprete de la verdad revelada en la palabra divina. Para el la filosofía es la mejor de las religiones.
1 comentarios:
¿Ciencia ficción? Mover montañas sugiere que para Cristo el potencial humano da para más. Ni llevamos un Grano de Mostaza del total. ¿Estamos al inicio de la evolución espiritual, en una dimensión alejada de Dios, por eso tanto problema? La fe, o poder de interacción profundizante hacia Dios, según Cristo, es desarrollable, en unidades de "granitos de mostaza".
El péndulo radiestésico para buscar agua es una pequeña montaña. Nombrando a Dios, gira.
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Alberto Brehme P.
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Alberto Brehme P., at 01:03
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